En este mundo las personas cumplimos diferentes funciones. Pero lo que realmente importa no es la función que cumplimos, sino si nos identificamos hasta tal punto con ella que se apodera de nosotros y se convierte en un personaje de un drama que representamos. Cuando reconocemos que estamos representando un personaje, ese simple reconocimiento crea una separación entre nosotros y él. Es el comienzo de la LIBERACION. En cambio, cuando estamos muy identificados con ese personaje, confundimos un patrón de comportamiento con nuestra verdadera esencia y nos tomamos muy en serio. También asignamos otros papeles a quienes nos rodean para que sean funcionales a nuestro personaje. Esto hace que las relaciones humanas pierdan autenticidad, se deshumanicen y sean alienantes. Pueden generar una sensación falsa y cómoda de identidad pero nos perdemos en ellos. Podemos decir que algunos de los papeles predeterminados son los arquetipos sociales.
Tenemos una imagen mental no sólo de los demás sino de nosotros mismos. Por lo tanto no soy Yo quien me relaciono con la otra persona, sino que mi idea de lo que yo soy se relaciona con mi idea de lo que es la otra persona y viceversa. De esta manera no sorprende que las relaciones estén plagadas de conflicto. Porque de esta manera no hay una relación verdadera.
Un mayor conocimiento de nuestar propia esencia nos permitirá cultivar relaciones más sanas y auténticas.
Este blog intenta ser un lugar de encuentro. Encuentro con uno mismo y con el otro. Intenta ser un puente para el autodescubrimiento. Quisiera que sea un espacio construido por todos aquellos que quieren participar en él. TE INVITO A ENTRAR EN EL FASCINANTE CAMINO DE LA EVOLUCION ESPIRITUAL. NAMASTE
sábado, 16 de julio de 2011
viernes, 8 de julio de 2011
LA LECCION DE LOS PATOS
Dicen que cuando dos patos se pelean, al separarse nadan en direcciones opuestas. Después los dos baten sus alas enérgicamente para descargar el exceso de energía acumulada en la pelea. Una vez hecho esto, se van pacíficamente, nadando como si nada hubiera pasado.
Si el pato tuviera una mente humana, mantendría la pelea viva en su memoria, tejiendo historias mentales sobre lo ocurrido. Bien podría pensar: "No puedo creer lo que acaba de hacer, seguramente se cree el dueño del estanque, cree que es más que yo, no tiene ninguna consideración, es un egoísta. Nunca más confiaré en él, me defraudó, ya debe estar tramando algo más para molestarme. Le daré una lección que no olvidará."
Tomemos como ejemplo la lección del pato: sacudamos las alas, dejemos atrás la historia y volvamos al único lugar donde reside nuestro poder: EL PRESENTE.
(Inspirado en la lectura de "Una nueva tierra")
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